El viento ya tiene su museo en La Muela. Todo un sanctasantórum aragonés destinado a homenajear al aire y a la naturaleza; así como un lugar para que sus interesados visitantes puedan sentir el viento a flor de piel y vivirlo en plenitud. El enclave es un auténtico templo de Eolo, dios del aire y de los vientos; dios que después de su primer llanto ya suspiró con inusitada energía, y lo siguió haciendo de niño, adolescente y adulto. De esta manera, a través de su boca y fosas nasales surgieron los vientos: alisios y contralisios, brisas y monzones.

Todos los vientos, en definitiva. Eolo, amigo de sus amigos, cuando Ulises lo visitó en su isla, colocó a los vientos que pudieran ser perversos para su visitante en el interior de un odre mágico; así los inactivó (eso es ser un dios legal).

Pero los amigos de Ulises, de curiosidad no controlada, abrieron sin permiso el odre, desencadenándose por ello y a continuación algunas tempestades.

Museo del viento de La Muela: referente de la energía eólica allí generada, muestra de desarrollo sostenible y respeto al medio ambiente, líneas isobaras de buena gestión en Aragón.

*Doctor en Medicina y radiólogo