La Delegación del Gobierno emprende este fin de semana una intensa campaña de control de alcoholemias en las carreteras aragonesas. Desde hoy mismo se van a instalar 234 puntos de inspección con el objetivo de que no haya la más mínima tolerancia con respecto al alcohol, máxime después de conocer el dato de que cuatro de cada diez estudiantes aragoneses creen que se puede conducir con dos copas. Las fiestas en los pueblos son uno de los elementos de mayor riesgo para los jóvenes que han de salir a la carretera. Hace bien el delegado del Gobierno en involucrar a los alcaldes en las medidas de prevención y disuasión.