Después de las enormes expectativas que el PP ha creado en el Levante con su particular trasvase del Ebro, la preocupación empieza a cundir entre las distintas asociaciones de agricultores, cooperativas y productores de Murcia. La victoria del PSOE deja en suspenso esa impresionante obra que "nada ni nadie va a parar", según la reiterada expresión de Aznar, de ahí que las fuerzas políticas más representativas de Valencia y Murcia, hayan rebajado el tono del discurso que venían manteniendo. El presidente murciano, Ramón Luis Valcárcel, resultaba ayer un perfecto desconocido cuando afirmaba que las cosas siempre se consiguen con "diálogo y negociación". También el presidente murciano de la Unión de Productores reclama ahora el diálogo que nunca antes ha existido y pide una solución hidráulica que nazca del consenso y desde la unanimidad de las comunidades autónomas afectadas. Unas palabras que suenan a gloria.