En Aragón, a pesar de algunos avances, de una cierta asimilación al ser colectivo, sigue siendo más fácil el consenso del no.

Buena prueba de ello sería la reciente naumaquia, previa a su botadura, de la coalición antitrasvasista al Senado, hundida por Chunta Aragonesista mediante un insolidario torpe...do.

Causas de fuerza mayor -evidentes, pienso-, justificaban políticamente una operación de esta envergadura. Si Aragón, merced a su unidad, conseguía, el próximo mes de marzo, elegir a la Cámara Alta nada menos que nueve senadores antitrasvasistas, tendría la capacidad de parar el Plan Hidrológico de Aznar y Rajoy en lo que de negativo afecta a nuestra tierra, pero el tor...pedo de Chesús Bernal ha impedido que las urnas trasladen con eficacia a Madrid lo que el pueblo aragonés ha reclamado en la calle.

Partido Socialista, Partido Aragonés e Izquierda Unida estaban dispuestos a confeccionar una candidatura común -y ganadora, sin duda-, cuyo programa básico habría consistido en paralizar las licitaciones del trasvase y avanzar en un plan de abastecimiento alternativo para la cuenca del Segura, a fin de satisfacer también, de otro modo, algunas demandas de Murcia. Chunta, por supuesto, fue invitada a participar en dicha coalición, a unir sus votos a una causa justa y urgente, pero sus dirigentes, cegados por un rayo de luz superior, se han negado a contribuir alegando que dicha alianza, al figurar en la misma el PAR, no era una opción "de progreso".

Los nacionalistas alternativos tienen una curiosa forma de demostrar su talante "progresista". Debe parecerles fuera de duda que subir los impuestos zaragozanos, y hacerlo estratósfericamente, a imagen y semejanza de Ruiz Gallardón, es una medida "de progreso". Como también debió obedecer a una estética "de progreso" el hecho de que el candidato municipal Antonio Gaspar presentase su programa cultural-laboral en la sede de la Confederación de Empresarios. Como aún más decididamente "progresista" habría que calificar la demanda de ¡otra comisión! para ordenar el patrimonio goyesco. Pero lo que roza ya el colmo de la "progresía" es la decisión de impedir que Aragón tenga voz propia en el Senado español.

Doy por supuesto que el Partido Popular, con el que Chunta comparte oposición en los escaños de La Aljafería, habrá celebrado por todo lo alto este inesperado y "progresista" pinzamiento de la abortada coalición. Gracias a esa pinza, el PP-Aragón mantendrá, en las tres circunscripciones de la colonia rebelde, al menos cinco de sus nueve escaños, y podrá seguir votando a placer los decretos del trasvase. Gracias a esa pinza, la colada de ropa sucia que se viene ventilando en las comisiones camerales seguirá preservando sus contaminadas manchas del ojo público. Gracias a Chunta tal vez seamos un poco más "progresistas" en el futuro, pero si Rajoy revalida mínimamente la herencia recibida, resultará más difícil todavía parar el expolio del Ebro. Acaso, imposible.

¿O basta una guitarra "progresista", para mandar parar?

*Escritor y periodista