La inspección de Trabajo ha decidido tomar cartas sobre el asunto y atajar la proliferación de las empresas de reparto a domicilio que tienen a cientos de personas trabajando si cotizar a la Seguridad Social. La fórmula es la de que se den de alta como autónomos y de esa forma la empresa se ahorra una parte de los costes laborales al tiempo que abona a los falsos autónomos exclusivamente por servicio. En Zaragoza, la Inspección de Trabajo ya ha levantado acta contra Glovo y Deliberoo. A ambas les reclama diversas cantidades como abono de la Seguridad Social, al tiempo que se les impone un recargo del 20%. Si es cierto que algunas empresas pilladas ha echado al personal, pero otras los regularizan.