Este ha sido uno de los fines de semana más trágicos en las carreteras aragonesas, con una incidencia muy fuerte, casi el 25%, sobre el balance de muertos en accidentes en toda España, sucedidos de viernes a domingo. De las 34 personas que perdieron la vida, nada menos que 8 se produjeron en la comunidad aragonesa. De ellos, dos jóvenes fallecieron en un siniestro en moto en la localidad de San Mateo de Gállego y también un niño de cuatro años se encontraba entre las tres víctimas de una familia en la colisión múltiple en la autopista A-II. Las cifras resultan terroríficas. Los siniestros no han hecho sino aumentar y por esta razón son bienvenidas las nuevas medidas puestas en marcha ahora con los controles de alcoholemia. Sólo en Huesca, diez conductores fueron detenidos por conducir borrachos y también se contabilizaron 212 demandas por infracciones de tráfico. Hay que extremar las medidas para atajar tanto drama en las carreteras.