Los titulares de las farmacias de Arcos de la Salina, Mosqueruela y Villafranca del Campo fueron detenidos ayer y los centros clausurados por estar presuntamente relacionados con la trama de recetas falsas que ya ha llevado a la cárcel a los farmacéuticos de Cariñena, Aguilón y Palomar de Arroyos. El volumen de los implicados evidencia que no se trata de una acción individualizada dentro del sector. Sorprende la vinculación de tantos profesionales a unas prácticas delictivas que, afortunadamente, se están desenmascarando.