A priori podría parecer un contrasentido que las mismas autoridades que diseñan planes para captar más turismo en Aragón estén introduciendo medidas para preservar los espacios más demandados por los visitantes. Pero, no. Porque el principal pilar de la actividad terciaria en la región es el turismo rural --con infinidad de opciones de ocio-- y los espacios naturales se encuentran entre lo más demandado de la comunidad. Por eso, por que una parte importante de esta actividad está ligada a enclaves naturales, vulnerables a la sobreexplotación, es necesario impulsar prácticas de turismo responsable con el entorno y justo con sus habitantes. Solo así se evitarán los destrozos irreparables y la turismofobia.