Ya hace semanas que se barruntaba el conflicto entre los sindicatos y las organizaciones agrarias en Aragón por las denuncias sobre el salario a los recogedores y las condiciones laborales de estos. Finalmente ha estallado con un anuncio de huelga por el convenio provincial de Huesca. Y las calificaciones de CCOO y UGT a UAGA son muy duras. En verdad sorprende que una organización como UAGA, considerada progresista y defensora de la explotación familiar agraria, bien diferenciada de entidades más empresariales del sector, sea reticente a la firma de un acuerdo que comporta, entre otras, el pago de 7,16 euros la hora al peón recogedor. La rentabilidad no puede derivarse hacia el eslabón más débil.