Vuelve lo underground, lo que va un poco por debajo, un poco a escondidas, lo que casi nunca aparece en los medios universales. Internet no ha triunfado en España, es demasiado caro, demasiado difícil, las cifras nos dejan en mal lugar en Europa. Internet sigue siendo un experimento, que sólo se nombra en los medios a fuerza de aberraciones, virus y pederastias, como si esas lacras no existieran también en el resto del espectro.

En estas elecciones se ha utilizado menos la red que en las anteriores. Los partidos grandes van a por todas, a por las teles. Los pequeños obtienen sitio porque los grandes no dejan de ser un poco aburridos, bastante intercambiables y soporíferos. La película de los 32 cineastas díscolos, Hay motivo , no se nombra en las teles grandes. Se distribuye por internet, aunque las páginas que cuelgan las 32 películas están colapsadas, los servidores no tienen capacidad para esa demanda. A Zgz llega hoy y también el viernes (ver procura.org), y cualquiera puede solicitar la peli en dvd en haymotivo.com, sólo hay que pagar el correo urgente. Esta peli contraria al peperismo trae el discreto encanto de lo underground, los circuitos alternativos, el discreto y olvidado encanto de lo clandestino, de cuando Perpignan emitía cintas eróticas y había que hacer algo, pasarse material bajo mano, imprimir o difundir una octavilla. Ahora no está prohibida la peli, aunque en algunos sitios empieza a intervenir el temible comité electoral. No está prohibida la peli, ni otras manifestaciones similares, aunque sean menos vistosas, con menos glamour. Ni falta que hace, eso es lo bueno de ahora, de los tiempos de ahora, que no hay que prohibir nada, basta con que el sistema funcione con la corrección habitual y vaya filtrando lo inconveniente. Basta con que algo no se mencione o no se emita en los focos de difusión habitual para que no exista. Entonces hay que recurrir a lo underground, a las vías alternativas. En España sólo usa internet el que fracasa en lo demás, en la apabullante vida real, la de las televisiones, las megaventas y los pelotazos. Sólo nos acordamos de internet cuando truena. Algo harán contra esta peli, pues siempre es más peligroso el halo clandestino que lo que se cuenta. La mayor prueba de que hay motivo es que no se emita la peli en la Primera, como un antitelediario más.

*Periodista y escritor