El próximo lunes la Universidad de Zaragoza y el Gobierno aragonés tienen prevista una reunión para analizar y decidir sobre asuntos nada insignificantes, desde financiación, infraestructuras, tasas o profesorado, entre otros. Un encuentro cuyo precedente hay que buscarlo en mayo del 2013. Diez meses llevan sin reunirse, como si no hubiera problemas que resolver entre ambas instituciones. Deben crearse canales de comunicación más fluidos.