Más de tres semanas danzando con la contaminación del río Gállego por culpa de escapes de lindano desde el vertedero de Bailín y seguimos sin solucionar el problema. La CHE culpa a la DGA del vertido y le abre expediente. La DGA, de boca de su consejero Modesto Lobón, acusa a la CHE de haber ocultado datos y no haber alertado antes a los pueblos. La pugna hay que verla en clave política ya que el presidente de la confederación es del PAR y el Gobierno lo controla el PP y mientras todo sigue igual. Y por mucho que ahora se permita el consumo de agua, los pueblos no se fían. A fecha de hoy no existe una garantía de que dentro de unas horas o unos días no vuelva a haber un aumento de niveles. Esto demuestra que el vertedero de Bailín no es el más adecuado para acoger estos residuos. Urge una solución definitiva ya.