La urgencia y la determinación del ministro de Industria, José Manuel Soria, para acabar con el déficit de tarifa eléctrica provoca daños colaterales de calado. Y la reducción de las subvenciones a la generación de energías renovables para enjugar el déficit afecta a un sector clave como es el porcino en Aragón. La creación de plantas puede solventar el problema de los purines, aunque su sostenibilidad está en entredicho desde la perspectiva económica y medioambiental. Pero los granjeros tienen, de nuevo ahora, un problema por el cierre "preventivo" de esas plantas --perjudicando a los inversores en ellas--, y eso requiere una respuesta por parte del ministerio. De no mediar un diálogo y la búsqueda de una solución, la situación empeorará. Y la amenaza no se cernirá exclusivamente sobre el sector porcino sino que nos alcanzará a todos, porque la contaminación debida a los nitratos avanza a diario si los granjeros no tienen dónde depositar los excedentes. La DGA estudia ayudas públicas para el transporte de purines ya que se producen 47.000 toneladas anualesy lo grave es que la producción está concentrada en algunas zonas.