El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, anunció ayer su disposición para recurrir el decreto que impedía hasta ahora que los ayuntamientos pudieran utilizar el superávit para lo que consideraran oportuno. De hecho lo podrán hacer con el superávit del 2017 este año y el que viene. Se formalizará el rango de inversión posible y se ampliará el listado de actividades en las que invertir. Era lógico. Los ayuntamientos han cumplido con los déficits y ahora necesitan capacidad inversora, no un Gobierno que boicotee la gestión municipal con unas maniobras que tenían mucho más que ver con acciones puramente políticas que económicas. El servicio al ciudadano pasa, primero, por aquí.