Aún estoy buscando destino para mis vacaciones. Ha de cumplir una cuantas condiciones mínimas y eso, que presumo de ser hombre abierto a casi todo. Tiene que ser barato y que me ofrezca emociones. Por eso he pensado en Faluya, en Irak, para ver el hambre y la desesperanza multiplicadas por los invasores y a ver si veo caer alguna bomba yanqui. También estoy barajando Tánger. Pero desde el punto de vista de un sinpapeles en camión, es decir, apostarme una noche cerca de una parada de camiones de transporte y seguir a algún polizonte camuflado bajo la lona hasta llegar, por ejemplo, a Belchite. Así, de paso, veo el ejemplo del horror de otro bombardeo y los efectos del olvido. También puedo escoger Sudán, a ver si pillo algo del negocio ese de la compra-venta de armas españolas para masacrar poblaciones. O al Congreso de los EEUU con un grupo organizado de dirigentes del PP a gastar dinero público en secreto comprando oro que colgarme en la solapa. Algo mas barato me sale La Romareda, viendo como se encabezonan en la locura de la reconstrucción de este vejestorio en contra de la opinión de expertos y del interés de la ciudad. Supongo que cualquier opción es moderna e innovadora. *Periodista