Fundación Valle del Ebro no es sólo una marca que pretende comercializar los productos agroalimentarios de Aragón, Navarra y La Rioja, es también el resultado de una buena iniciativa que se ha marcado como único objetivo poner en valor el eje de desarrollo que es común a los los tres territorios. Por primera vez, todas las organizaciones empresariales, las cámaras de Comercio y las ocho cajas de ahorros de las tres comunidades se han implicado de forma decidida en una empresa que ahora mismo genera unas ventas que rondan los 30.000 millones de euros.

El inmediato apoyo de las cajas de ahorros a este proyecto agroalimentario es el mejor exponente de la fuerte conexión que estas entidades de ahorro mantienen con su propio territorio. Y es, también, la consecuencia del sutil trabajo de encaje que han hecho las cámaras y las organizaciones empresariales en la definición de la futura empresa sin dejar ningún hilo suelto, lo que representa un potente aval de cara al futuro. Valle del Ebro nace con estatutos y un concepto muy definido de lo que debe ser. Es por eso que la formación de los trabajadores es uno de los aspectos más prioritarios, en el que colaboran ya las tres universidades.