Si la Semana Santa ya era desde hace unos años un reclamo turístico para Zaragoza, su declaración como interés cultural internacional hace que la capital aragonesa sea ya todo un foco de atracción, sin tener nada que envidiar a otras localidades españolas. El número de procesiones, el valor artístico de sus pasos, la riqueza de sus imágenes y los numerosos cofrades que participan hacen que la procesión del Santo Entierro que recorren las calles de la ciudad el Viernes Santo sea todo un espectáculo digno de ser visto, independiente de la creencia religiosa de cada uno. Pero no solo está Zaragoza. Híjar, Calanda, Calatayud, Fraga, Huesca, Teruel... numerosas ciudades aragonesas celebran la Pasión con sus características propias, que las hacen singulares. Todo un abanico para que los ciudadanos elijan lo que más les guste.