Los vecinos de parque Bruil ya no saben a quién reclamar para que se arreglen los enormes destrozos que hizo la última riada del Huerva, que arrastró la valla de protección y parte de un camino. El Ayuntamiento niega tener competencias en la recuperación de la ribera y achaca toda responsabilidad a la CHE, que aún no ha limpiado el lecho del río desde aquella avenida de mayo. Una vez más, son los vecinos los que pagan el desencuentro institucional. Con lo fácil que resultaría una solución intermedia, por ejemplo, la que se tomó para recuperar el entorno de Luis Vives, que también sufrió la furia de las aguas del Huerva.