Con este título tan de novela negra, 29 balas y una nota de amor, se estrena la colección Sin Ficción, que acaba de ser presentada y lanzada al mercado editorial por el sello Al revés, en forma de una nueva colección dirigida por la escritora y periodista, y asimismo autora destacada de novela negra, Marta Robles.

La idea, muy oportuna, y que viene a ocupar lo que los expertos llaman nuevo nicho de mercado, consiste básicamente en ofrecer al lector español una serie de casos reales desarrollados desde el punto de vista de la investigación periodística, sólidamente anclada a su vez en las indagaciones policiales o en los sumarios judiciales. De forma que el lector/a prescinda desde el primer momento de los artificios de la ficción, para sumergirse en el desarrollo de un caso real, duro y puro, sin alardes ni aditamentos, aunque, eso sí, clara y ordenadamente expuesto a su comprensión.

Es lo que hace, sin ir más lejos, Alfonso Egea en 29 balas y una nota de amor. Reconstruir un famoso y reciente crimen que tuvo lugar en el seno de la Guardia Urbana de Barcelona, y que acabaría con el encarcelamiento de dos de sus agentes, Rosa Peral y Albert López, detenidos como sospechosos del homicidio de Pedro Rodríguez, miembro también del cuerpo y pareja de Rosa Peral.

Quien, además, mantenía secretamente una relación con su compañero Albert, fruto de la cual pudo estallar la tragedia criminal.

En su rigurosa crónica, Egea nos presenta en profundidad a los protagonistas del caso, trazando sus perfiles personales y profesionales y ubicándolos en los días previos y posteriores al asesinato de Pedro Rodríguez, cuyo cuerpo aparecería destrozado en el maletero de su coche.

Las contradicciones en las primeras declaraciones de Rosa Peral llevaron a desconfiar a los mossos encargados de la investigación, y a partir de ahí se fue tejiendo un dispositivo destinado a desenmascarar a los culpables.

Una lectura rápida, intensa, apasionante, que invita a disfrutar tanto o más que con una buena novela policíaca, y que nos documenta sobre cómo se conspira, se mata, se encubre y se ama hoy en la España negra, negrísima de Sin ficción.