La masiva petición de dimisión de la consejera de Sanidad, Pilar Ventura, no parece estar solo en sus irresponsables declaraciones sobre los EPI y el personal sanitario, totalmente desafortunadas a las que hay que añadir unas vagas disculpas. Da la impresión que se está juzgando su gestión, e incluso algo más por parte de los trabajadores del sector. Si realmente ella y su equipo lo han hecho mal, es el momento de decirlo con todo lujo de detalles. Pedir su dimisión por unas palabras en el Parlamento está bien, pero en medio de una pandemia global que hay que seguir gestionando habría que valorar si es lo más conveniente. Es cierto que la consejera queda tocada, pero llama la atención que solo dos partidos pidan ahora su dimisión --Vox e IU--. Aragón no ha tenido mala administración, aunque sí faltaron reflejos, la gestión podría haber sido mejor al principio y a la consejera le sobraron unas palabras.