La demora quirúrgica en los hospitales aragoneses ha crecido ligeramente (124 pacientes más) durante el mes de julio como consecuencia del cierre de camas y las vacaciones del personal en verano. Nunca es una buena noticia un dato de este tipo, sin embargo, el registro contabilizaba 429 más que en la actualidad en el 2017 y más 900 el año anterior, lo que permite ver una evolución positiva hasta en la situación estival, ya excepcional. Con todo, el objetivo debe mantenerse en la reducción de unas listas que no pueden desbordarse.