Pasada la euforia de un triunfo puede que inesperado, Teruel Existe debe enfrentarse ahora a la realidad. La verdadera prueba de madurez de la agrupación de electores se verá cuando, sentados en el Congreso y el Senado, tengan que decidir sobre cuestiones no estrictamente relacionadas con los problemas de la España vaciada. En un momento en el que el país requiere de más cohesión que nunca, el escaño no debe ser un trampolín a lo populista. Luego se paga.