Retrocedamos cuatro años, hasta el 2016. Días previos a las fiestas del Pilar. Zaragoza en Común, gobernando en el ayuntamiento, elige como Hija adoptiva de la ciudad a Esperanza Martínez Sole, guerrillera antifranquista de la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón. Luchadora feminista, comunista y antifascista. Presa política durante el franquismo más de 15 años. El Anticristo para Vox, si Vox hubiera existido. Ya entonces el PP protestó porque, según apuntaron, «la elección de estos perfiles se acuerda siempre en función a una larga trayectoria que no ven en el caso de la guerrillera». En cambio, desde Ciudadanos dijeron apoyar el nombramiento: «Nosotros respetamos y aceptamos que se nombre a esa persona porque luchó contra la dictadura franquista y sufrió cárcel», declararon en público. Aquel año, el PP propuso a Radio Cadena Cope, el PSOE a Joan Manuel Serrat. También se nombró a Manuel Ángel Ortiz, presidente de la Asociación de Vecinos Cesaraugusta, y al gran José Luis Melero, el hombre del millón de libros.

El acuerdo, como ha venido pasando desde que hay memoria, se cerró por unanimidad. Volvemos ahora al 2020, el año en que más cosas han pasado por primera vez. ZeC propone el nombramiento de Fernando Simón como Hijo predilecto de Zaragoza.

Primero se aprueba (con nota de prensa oficial incluida) por unanimidad, pero luego sale Vox, insulta a Simón llamándole «canalla» (muy en su papel, lo mismo podían haberle llamado felón, villano o malandrín) y a continuación se pronuncian PP y Ciudadanos. Donde dijeron sí, ahora es no. Mi opinión sobre el tema: de Vox, nada me sorprende. Pero PP y Ciudadanos: dais vergüenza ajena. Más clara no he podido ser.