Un estudio europeo, con participación del RACC, ha calificado como de riesgo alto o muy alto un 30% de los tramos analizados en la red de autopistas, autovías y carreteras competencia del Gobierno central. La concentración de siniestros en puntos determinados demuestra que, aunque la irresponsabilidad de los conductores sea la primera causa de riesgo, la Administración debería reconocer que el mal estado, la señalización deficiente y el diseño inadecuado de muchas vías es también un factor importante en los accidentes.

Según este estudio, Zaragoza tiene los accesos por carretera más peligrosos de España, y se lleva la palma de la peligrosidad por el elevado número de accidentes que registra el tramo de la autovía de Logroño (A-68) que enlaza con la A-II por la Ronda Norte. No se queda atrás la vía desdoblada entre María de Huerva y Zaragoza ni los 12 kilómetros que separan El Burgo de Fuentes de Ebro, lo que demuestra de forma aplastante que los Presupuestos del Estado para 2005, aún estirados a última hora, no resuelven la desidia en la que se encuentran algunas importantes infraestructuras zaragozanas. En los presupuestos se contemplan algunos desdoblamientos, pero la necesidad imprime más prisa que la que se adivina.