La huida de Zaragoza de Máximo Valmorín, propietario del establecimiento hostelero El Negrito Zumbón, representa el fracaso de una sociedad presumiblemente tolerante y el triunfo de los fascistas que en los últimos dos años han hecho la vida imposible al empresario. Valmorín se va de Zaragoza y oculta su nuevo punto de destino por miedo, porque vaya donde vaya no se sentirá a salvo de los cafres que le han perseguido. La huida de Valmorín es una prueba palpable de la nula eficacia policial para identificar a los autores de los continuados destrozos y las amenazas, los denominados Bandera Blanca de España .