La Guardia Civil ha pedido a la Confederación Hidrográfica del Ebro un estudio sobre la zona de Monegros en la que una empresa peletera de Igualada (Barcelona) ha vertido más de 200.000 litros de residuos químicos muy tóxicos. El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) quiere determinar si entre Fraga y Candasnos hay acuíferos que hayan podido sufrir afecciones por los vertidos de esta empresa, a la que el Seprona de Barcelona, Lérida y Huesca ha hecho un estrecho seguimiento en los últimos meses. Los vertidos comenzaron hace tiempo, pero hasta julio pasado los agentes no encontraron el cuerpo del delito. Ahora corresponde a la CHE y al departamento de Medio Ambiente investigar el posible delito ecológico y sus consecuencias. La sentencia de la Audiencia de Barcelona que condenó en 1995 a cuatro años de cárcel al industrial textil Puigneró por vertido de aguas tóxicas a un río sigue siendo una referencia importante.