Español y gallego de pura cepa tenía que ser nuestro president Rajoy para superar la fanfarronada de los "brotes verdes" que se marcó su antecesor ZP y vendernos las "raíces vigorosas" de la economía española para crear empleo. Tantos escarceos amorosos con la Merkel están pasando factura al señorito Mariano, que se le nota que va puesto de viagra hasta reventar. Solo así pueden explicarse comentarios como ese u otros del pelo del de "mantener una guerra sin cuartel contra el paro". Este caballero pierde el norte. La alemana le ha sorbido la poca sesera que le quedaba, si es que alguna vez la tuvo. ¿Cómo se atreve a andar por ahí tratando de seducir y convencer a la rubita de hierro de que coloque a su subalterno De Guindos como presidente del Eurogrupo? Alma de Dios, que poca estrategia política y que falta de inteligencia emocional. España, tu país, pasando trabajo con el problemón del paro; la UE, sin acuerdo para tomar medidas que favorezcan el empleo, el crecimiento y la inversión (no en vano, la del mes que viene será la tercera cumbre para buscar soluciones, esperemos que a la tercera vaya la vencida); y usted, empeñado en ocupar el sillón del Eurogrupo. Poco tacto el suyo. Menos mal que Dijsselbloem, su actual presidente, le ha plantado cara. "Dedíquese menos tiempo al empleo de los políticos y más al de la gente". Y, cuidadito con la política de pasillo mediatizada, los mejores platos de la cocina política son aquellos cuyos chefs nunca desvelan los ingredientes secretos.

Periodista y profesora de universidad