Se presentaron como el partido de la regeneración y a día de hoy se puede decir que han cogido tics de casta. Ya no hay mucha diferencia entre la vieja y la nueva política. ¿Cómo es posible que el alcalde y los concejales se enteraran del caso de Lázaro hace meses y no le pidieran la dimisión? Quién sabe si hay que tapar algo más. ¿Por qué se ha ocultado hasta ahora? A lo mejor en estos momentos interesa airearse por las pugnas internas. ¿Cómo es posible que el coordinador se vaya pero se le siga pagando? Será porque en los partidos --en los nuevos también-- hay que tener colocada a mucha gente... ¿Con dinero pú- blico? ¿Dónde está la transparencia que se ofrecía? ¿Por qué no se han entregado las cuentas antes y encima ahora no se desglosan? ¿Por qué se han corregido cuando Intervención anunció que se iban a auditar? Todo hace sospechar que hay algo raro. Lo que hay que hacer es depurar responsabilidades. Será grave o no, pero es un caso que afecta al dinero público y se ha ocultado. Solo por eso, el ADN de Podemos y de los Comunes dice que hay que ir hasta el final y a muerte. Pero el Gobierno municipal lo ha dejado correr. ¿Será que están ya de vuelta?