El video del Instituto Aragonés de la Mujer (IAM) vetado en la comarca de Borja, por ser «inadecuado» para la línea de trabajo que siguen en la sensibilización contra la violencia machista, es cruel sí, duro. Pero tanto como la realidad que expone. La misma que viven miles de mujeres a diario, muchas en silencio y otras, las que denuncian, con el temor añadido a la respuesta que pueda llegarle del maltratador. Las imágenes son explícitas, pero no menos que las que usa la Dirección General de Tráfico (DGT) para concienciar sobre los accidentes en carretera y que tan buenos resultados arroja sobre las estadísticas de siniestros. Al fin y al cabo de eso se trata, de impactar, de hacer reflexionar y de evitarlo.