Se ha tomado su tiempo, como el Gordo de la Lotería, pero finalmente el invierno hace acto de presencia en Aragón. Las condiciones meteorológicas del fin de semana ya son más propias de la estación que las que se venían registrando hasta ahora, con unas temperaturas demasiado suaves para la temporada en la que estamos. Pero no se trata solo de la percepción térmica. Distintas actividades y negocios dependen de forma muy directa de las nevadas, por ejemplo. En Aragón, con una oferta de estaciones de esquí de la más importante de España, el blanco elemento es la materia prima básica para el mantenimiento y explotación de la misma, con miles de puestos de trabajo estacionales pendientes de su espesor. Aunque las condiciones de viento de ayer impidieron la apertura de la mayoría de centros, la nieve asegura su reclamo.