De pequeño, yo fui a uno de los pocos colegios bilingües que había en Zaragoza, y aquello me abrió montones de puertas en mi vida, desde plantearme un Erasmus en Austria porque como ya hablaba inglés, podía aprender otra cosa, a trabajar en el extranjero, pasando por algo más banal como poder ver las películas en versión original. En los 80 y 90 éramos muy pocos los chavales que hablábamos inglés con una cierta fluidez, apenas había centros bilingües y eran privados. Hoy soy profesor y llevo un par de años dando clase en institutos bilingües (dos centros British). Los resultados del bilingüismo de verdad son espectaculares (no de la broma esa del PIBLEA que se inventó la exconsejera Serrat, para que los concertados pudieran decir que eran bilingües). El curso pasado tanto en el IES Miguel de Molinos como en el IES Pedro de Luna más del 80% de los alumnos obtuvo el certificado B1 de la Escuela de idiomas. En el menos del 20% que no lo sacó están: los que estaban enfermos ese día, no entregaron la autorización (una autorización es como un pin parental, pero analógico), e incluso los que lo sacaron, pero en la convocatoria de septiembre. Asimismo aproximadamente el 20% además del B1 obtuvo el B2. Todos los que han estudiado inglés en la EOI saben que un B1 (4º curso de la EOI) o un B2 (6º curso de la EOI) son poca broma, y si pensamos que los chavales lo sacan con 15 años, aún es más espectacular. Queda camino por recorrer, pero lo que han hecho estos IES o colegios como el Hilarión Gimeno o el José Antonio Labordeta (por nombrar algunos del modelo British) es algo increíble, tanto para la igualdad social (haciendo que hablar inglés no sea algo solo para los que puedan pagar el colegio privado), como para la mejora de la cultura en este país, donde afortunadamente ya no nos solemos comportar como garrulos, mofándonos de quien pronuncia correctamente el inglés. Hay centros bilingües también en francés y alemán (Marie Curie, Margarita Salas, etc.) y los resultados que obtienen son igual de buenos. Para acabar me gustaría felicitar a la exconsejera y al actual consejero del Departamento de Educación por el empeño que han puesto en este tema (al César lo que es del César), pero también a los equipos directivos de los centros British y Brit que trabajan duro para que esto sea posible. Finalmente, si me está leyendo y tiene que escolarizar a sus hijos este curso, no lo dude, bilingüismo en la pública. H *Profesor y economista