12 de octubre, Día de la Hispanidad. Buen momento para reflexionar sobre nuestra patria, país, lugar de nacimiento…, elijan ustedes el vocablo que más se ajuste a su credo político y religión. Día de celebraciones, de eventos conmemorativos, de caras orgullosas, aunque también largas (las de todos aquellos que consideren un deshonor ser español, y no miro a nadie). Pero incluso para esos que no sientan ese orgullo de pertenencia, es de recibo reconocer que nuestra tierra tiene algo diferente, que hace que la vida se viva con más calor, color, sabor…, y si no, recuerden una de las leyendas de la canción española, el archiconocido Manuel Escobar, cuando cantaba aquello de «la gente canta con ardor, que viva España; la vida tiene otro sabor, y España es la mejor». Más cuando uno despierta una mañana y se levanta escuchando la buena noticia de un pacto político PSOE-Podemos, que va a permitir sellar un acuerdo presupuestario para el 2019, con avances singulares como el de un salario mínimo de 900 euros (subimos unos 160 euros, pero nos acercamos más a los franceses y alemanes que están en los casi 1.500); la subida del IRPF a las rentas superiores a 130.000 euros; un mayor presupuesto para el plan estatal de vivienda; la revalorización de las pensiones al valor del IPC y la subida de las pensiones mínimas o no contributivas; el aumento de la dotación para la dependencia; o la subida del impuesto de patrimonio el 1%, a las fortunas de más de 10 millones de euros. ¿No son motivos para celebrar? Qué viva España…

*Periodista y profesora de universidad