La noticia de que un telescopio terrestre ha captado una onda procedente del espacio exterior ha vuelto a desatar las especulaciones, o las ilusiones, de que en el universo existan otros planetas con vida propia. Tal vez, incluso, similar a la humana.

Teóricamente, esa extraña señal procedería de Próxima Centauri, una estrella situada cerca del Sol. La frecuencia ha sido captada por el moderno y potentísimo telescopio de Nueva Gales del Sur, un destacado observatorio australiano que coordina el proyecto 'Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre'. La señal procedente de Próxima Centauri es distinta a la emitida por los dispositivos de nuestras naves espaciales, por lo que los expertos no parecen tener dudas de su origen exógeno. De haber sido lanzada desde el sistema Alfa Centauri esa onda habría tardado 4 años luz en llegar a la Tierra. De Próxima Centauri se sabe que, a pesar de orbitar relativamente cerca del astro solar (gira sobre su eje cada 84 días), no brilla particularmente. Su superficie es rocosa, similar a la terrestre. Los astrónomos creen que bajo su córtex se alberga agua líquida. Pese a lo sorprendente e impactante de esta noticia, no es, sin embargo, la primera vez que la mencionada galaxia es objeto de especulación o estudio a propósito de sus particulares condiciones, favorables, en principio, para haber desarrollado o albergar alguna clase de vida.

Ya hace sesenta años, en 1960, un equipo de astrónomos del observatorio de Virginia Occidental, capitaneados por Frank Drake, pusieron en marcha el proyecto 'Ozma', nombre inspirado en el personaje de la reina del Mago de Oz. Oficialmente, y que se sepa hasta hoy, fue el primer intento científico para establecer contacto con seres extraterrestres. Durante tres meses, dos estrellas, Ypsilon Centauri y Tau Ceti fueron sometidas a períodos alternos de rastreo y escucha. Pero, a excepción de algunas y muy excitantes alarmas, los telescopios de Virginia no lograron captar ninguna señal de origen extraterrestre.

Ahora, cuando aquel proyecto parecía totalmente olvidado, la remota galaxia de las estrellas Centauri emite una respuesta misteriosa, o bien nos lanza una pregunta más enigmática aún. La posibilidad de que no estemos solos en el universo torna a plantearse con más fuerza … para esperanza de unos y escalofrío de otros.