La encuesta del CIS ha rebajado sustancialmente las expectativas de Vox, que apenas, según las estimaciones del instituto oficial, recogerá votos en la Comunidad Autónoma de Aragón. De cumplirse este pronóstico, Partido Popular y Ciudadanos no podrían repetir en Aragón el modelo de pacto de Andalucía, en cuya Junta el partido de Santiago Abascal participa (gobierna) activamente.

De esta manera, el electorado aragonés, muy experimentado y con criterio, cierra teóricamente la puerta a la más extrema de las propuestas que concurrirá a las urnas el próximo 26 de mayo.

Habría que retroceder muchas décadas por el túnel del tiempo para encontrar otra opción política que negara las diferencias lingüísticas y culturales de la España plural, que censurase a los medios de comunicación, defendiera el patriarcalismo y amenazase con revertir todo tipo de libertades. Las autonómicas, al Estado central; las artísticas y eróticas, al Código Penal. Además, no se olvide, de amenazar a los aragoneses con un trasvase del Ebro para «poner orden» en el conflicto hidráulico.

De ese teóricamente nulo resultado de Vox en Aragón, el directamente beneficiado será el Partido Popular de Luisma Beamonte. Comparado con Vox, un centro derecha homologable a cualquier partido moderado europeo, con gente tan válida como Mar Vaquero o Javier Campoy. Un PP que está sufriendo lo suyo pero que muy probablemente se recuperará a medida que el globo de Vox, artificialmente hinchado con el irrespirable aire del franquismo, vaya perdiendo altura. El CIS da en Aragón al PP amplia ventaja sobre los Ciudadanos de Rivera, debido sobre todo a la menor presencia de estos en las candidaturas municipales.

A Javier Lambán, las expectativas de crecimiento electoral y aumento en el número de diputados le confieren tranquilidad de cara a su reelección. Un presidente que suma votos es más difícil de descabalgar que otro que los ha perdido. Su continuidad dependerá de la matemática electoral y de su alianza con Podemos, condicionada a lo que entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias puedan acordar a nivel gobierno central.

¿Solo encuestas? En principio, sí...