Este año, la Comunidad de Bardenas va a recibir 160.000 euros para un proyecto financiado por Volkswagen (VW), dentro de un programa de apoyo a la conservación de la naturaleza, sostenibilidad y protección del clima.

El grupo Volkswagen va a donar 2 millones de euros a cinco reservas de la Biosfera, repartidas en los territorios español, alemán y polaco. Es curioso el compromiso que esta multinacional muestra con la conservación de la naturaleza donando esta cantidad de dinero a una Reserva Natural, donde las emisiones de CO2 seguro son escandalosas, debido al tráfico continuado de aviones militares.

Aún así, la Comunidad de Bardenas ha sido seleccionada para este proyecto por centrarse, entre otros objetivos, en la reducción de CO2.

¿Se estarán planteando los entes congozantes cerrar el polígono militar para reducir las emisiones de este gas nocivo? porque nosotras no creemos que exista otra opción sin caer en el ridículo. Igual ayuda a entender que, este grupo empresarial tan comprometido con el medio ambiente, además de donar esos 2 millones de euros y de haber generado en el 2019 mas de 13.000 millones de euros brutos de beneficios, va a instalar no sabemos cuántos puntos de recarga para vehículos eléctricos en el parque natural. El mismo grupo empresarial que en el 2016 tuvo que pagar 17.500 millones de dólares al Gobierno de EEUU como compensación de un fraude, por alterar los resultados de los controles técnicos de las emisiones contaminantes en 11 millones de automóviles de motor diésel.

Sospechas

Vistos los antecedentes, nos atrevemos a sospechar de la honestidad de VW con el medioambiente, y a poner la atención en el beneficio económico que obtenga de estas donaciones, por si no queda clara la falta de compromiso que este grupo de la industria del motor ha demostrado tener con el medio ambiente y la naturaleza.

Y qué decir una vez más de la Comunidad de Bardenas y su esfuerzo por intentar convencernos de su defensa del medioambiente.

¿En qué van a convertir Bardenas? Parece ser que en un parque temático recorrido por vehículos eléctricos, rodeada de aerogeneradores gigantes y sobre la que vuelan y bombardean gigantes pájaros de metal, donde el dinero y el silencio envuelve todo de un falso ecologismo.

Una reserva natural donde los aviones de guerra de la OTAN y los bombardeos continuados no son un problema para la tranquilidad de las aves nidificantes, pero sí lo son los paseos en bici y a pie de las personas.

Una absurda realidad que venimos sufriendo desde hace tiempo y que volveremos a vivir durante los próximos meses, tal y como anuncia en su web la Comunidad de Bardenas. Desde febrero hasta agosto no podremos acceder ni en bici ni a pie a lugares como la Ralla y el Rallón, Piskerra o la Balsa de Zapata, para proteger la nidificación de las aves.

Sin embargo, actualmente los aviones maniobran día y noche rompiendo la tranquilidad de nuestros pueblos, sin que para ellos suponga un problema para la cría de las especies protegidas, curioso concepto de la defensa del medioambiente.

¿Qué clase de chiringuito han construido los entes congozantes? ¿Un parque temático que será explotado por las empresas que la Junta, y en especial su presidente, decida que sean las que se llenen los bolsillos?

Poco les importa el medio ambiente, nuestra salud y la sostenibilidad de las actividades que se desarrollen en este territorio, y mucho menos las consecuencias que supone la prueba de armamento que se usará en las guerras del expolio en otros lugares.

Falso ecologismo militar

Falso ecologismo militarNo nos cansaremos de decirlo, el falso ecologismo militar de la Comunidad de Bardenas está manchado de sangre. Su ansia por amasar dinero y la codicia de los congozantes, entre los que se encuentra la Iglesia, está poniendo en peligro un territorio natural auténtico, para convertirlo en un BardenasPark donde los pájaros de carne y hueso son una mera excusa para permitir el vuelo de los aviones militares cargados de misiles y toneladas de combustible.

Esta situación es ridícula y francamente dolorosa para quienes amamos las Bardenas y la naturaleza. Pero es que además, ahora se da en un contexto de pandemia, donde sufrimos trágicamente las consecuencias de gastar el dinero público en la guerra, en lugar de en sanidad y ayudas de emergencia social. No, no necesitamos el polígono de tiro, necesitamos recuperar las Bardenas para el pueblo.

*Este texto está firmado por: Noemí Solanas / Íñigo Jiménez / Elena Blanco / Teodoro Llorens / Pili Erro