El conocimiento del universo será el gran reto de la ciencia en las próximas décadas. Los avances desde que Yuri Gagarin se convirtió en el primer hombre que orbitó en el espacio, y desde que poco después Armstrong, Aldrin y Collins aterrizasen en nuestra Luna han sido imparables.

Además del estudio de nuestro universo en expansión, los científicos se están centrando en la posible existencia de vida en otras estrellas, planetas o satélites.

En este aspecto, las conclusiones a las que arriba el estudio de Carlos Briones, titulado ¿Estamos solos?, de sugerente lectura, no pueden dejarnos indiferentes.

Porque, en efecto, las condiciones físicas y químicas en satélites de nuestro sistema solar como Ganímedes o Titán, con gases capaces de crear atmósferas y efectos invernaderos, con enormes océanos de negras y profundas aguas sumergidos bajo capas de hielo y con una más que probable actividad termonuclear, asimismo a grandes profundidades, bajo anillos de rocas, pero susceptible de provocar reacciones químicas similares a las que en nuestro planeta derivaron en la aparición de vida molecular, primero, y de vida inteligente, millones de años después, no son ni mucho incompatibles con la existencia de algún tipo de desarrollo biológico, aunque ni su definición ni sus posibles manifestaciones se ajusten a nuestra tradicional manera de entender la existencia.

Briones nos invita a este viaje hacia el final del cosmos de la mano de otros científicos, algunos españoles, como él, embarcados en diferentes proyectos de lanzamientos de sondas o cohetes espaciales, en busca de vida extraterrestre. Hasta que nuestros astronautas puedan viajar a esos planetas, robots capaces de trabajar en la superficie de Marte o de cualquiera de los satélites solares nos envían información de sus minerales y gases, clima, gravedad, pasado fósil y presente actividad geológica. Las principales agencias espaciales, de la NASA a la china, hindú o emiratí, no siempre tienden a unir fuerzas cuando se trata de descubrir alguna nueva frontera en el espacio, pero a la postre la comunidad científica acaba compartiendo sus descubrimientos y planificando nuevas etapas en la conquista de un universo cada vez más cercano y misterioso.

El hombre se ha lanzado al espacio. ¿Qué encontrará?