De no ser porque el conflicto catalán pinta cada día peor, es para echarse unas risas, porque no me digan que no tiene guasa que el nuevo presidente de la Generalitat vaya hasta Berlín a pedir diálogo con Rajoy y lo haga en inglés. Ni en el Club de la Comedia hay tanto ingenio ni los raperos condenados tienen más mala folla. Los que conocen bien al ultranacionalista Torra dicen que es un tipo peligroso, un iluminado capaz de llamar a la resistencia civil para cumplir con su designio histórico: llevar la república a Cataluña. ¿Cómo?, como sea y cueste lo que cueste. Porque Torra, además de meapilas, es un hombre ilustrado con muy buenos modos, que son los que le han servido para trepar hasta la presidencia desde las tripas del dragón independentista. En una palabra, que Puigdemont a su lado es el tontico del pueblo y él ha llegado para demostrarlo. Vistas así las cosas, ¿qué leches hace Rajoy convocando por separado a Sánchez y Rivera? Oído el discurso de Xavi Domenech en la sesión de investidura, ¿por qué no llama también a Pablo Iglesias y entre los cuatro sientan las bases políticas para que los jueces no sigan gobernando Cataluña? Vistos los antecedentes, ¿tan difícil les resulta adelantarse a las circunstancias para evitar otros muchos 1-O en las calles de Cataluña? Señores Rajoy, Sánchez, Rivera e Iglesias, hablen juntos hasta el aburrimiento, porque frenar a Torra puede ser extremadamente doloroso para todos, y entonces será cuando el desafiante president sentencie: «Ya os lo dije, son unas bestias humanas, unos carroñeros con una tara en el ADN». H *Periodista