El ayuntamiento de Zaragoza gasta al año unos 17 millones de euros en su factura eléctrica, siete menos que hace cinco años. Sin embargo, pese al esfuerzo en la reducción de este gasto, el consistorio todavía aspira a lograr mayores resultados y pretende hacerlo con un proyecto que permitiría la compra directa de la energía en el mercado. Pero esa apuesta necesita ser refrendada por pruebas virtuales que garanticen la bondad de la iniciativa que, en principio, supondría una estimación inicial de ahorro entre el 10% y el 15%. Del análisis exhaustivo que realice la empresa encargada del mismo hasta el mes de noviembre dependerá la viabilidad del proyecto. En principio se necesita el desarrollo de un operativo informático que gestione los contadores de energía y realizar una compra virtual durante dos meses para comprobar resultados, posteriormente la compra sería real. Cabe la posibilidad de que los gastos originados en la gestión del nuevo modelo desaconsejen implantarlo porque no compensen, pero hay que analizarlo. En otras localidades que ya lo practican el resultado ha supuesto ahorros de hasta el 30%, lo que debe servir de referencia. Zaragoza necesita apostar por la eficiencia energética en todos los órdenes y, por supuesto, también seguir incidiendo en la mejora tecnológica que abarata costes en los consumos o con la instalación de más placas solares para la generación.