Con el contundente triunfo del Real Zaragoza sobre el Albacete ayer se acortan los pasos que distan al equipo de disputar la promoción. Aupado por la afición desde la entrada al campo, hubo suerte con que los primeros remates a puerta hicieran diana y, aunque tras el primer gol y el posterior empate contrario parecía que el maleficio de no saber gestionar la ventaja se iba a instalar en el equipo, tiraron de arrestos y sentenciaron. A solo dos partidos del final y una sola victoria solo cabe hacer blanquillas las palabras de El sabio de Hortaleza: «Ganar, ganar y ganar».