Algunas ciudades, como Vigo o Bilbao, han implantado el sistema de paradas nocturnas del autobús urbano para las mujeres, con posibilidad de apearse en zonas más cercanas a sus domicilios o más seguras, lo que se conoce como paradas antiacoso. Zaragoza se lo planteó, pero ha decidido no ponerlo en marcha ya que las líneas nocturnas tienen un número suficiente de paradas. Bien está que se estudiara y que la decisión se tome con argumentos.