Deprisa y corriendo, sin plazos posibles para ajustar sentencias judiciales y decisiones de las organizaciones que gestionan el fútbol profesional, la LFP ha dictado que el campeonato de Segunda División comience este fin de semana. Conflictos deportivos y judiciales al margen, que los habrá, porque la decisión supone impedir al Murcia jugar en la categoría cuando un juez había tomado la medida cautelar de mantenerlo, al Real Zaragoza le afecta en su acelerada política de fichajes ya que creía disponer de más margen para completar el equipo.