Al final, el alcalde Santisteve ha conseguido que la izquierda municipal se una en una votación y apruebe los presupuestos del Ayuntamiento de Zaragoza para este año. Unas cuentas que a nadie gustan pero que han sido un fiel reflejo de la inestabilidad de la propia izquierda y del aislamiento que podría tener la derecha en Aragón, el PP, si los grupos de la izquierda se juntaran más veces. Ayer se vio claramente en el pleno municipal como los populares se hacían irrelevantes. Es hora ya de gestionar lo pactado, huir de más enfrentamientos y apostar solo por los zaragozanos.