El año 2018 fue especialmente significativo para el deporte aragonés. La SD Huesca consiguió el hallazgo cuasi mágico de ascender a Primera División y ahora pelea, partido a partido, por mantenerse en la élite. El Real Zaragoza, tras una campaña en el que se alzó con una plaza en los playoff, respira ahora medianamente agitado en su pulso por mantenerse en la categoría de plata del fútbol español. Por su parte, el Tecnyconta Zaragoza, después de una temporada 2017/2018 convulsa, ha abierto la brecha en la lucha por la promoción de ascenso. Asimismo, el CV Teruel se proclamó campeón de Superliga, Copa del Rey y Supercopa.

Más allá de estos resultados y clasificaciones, la realidad es que la comunidad aragonesa emanó y sigue emanando talento deportivo. Futbolistas de élite, magos de la canasta, patinadoras, ciclistas, atletas e incluso ajedrecistas hacen de la práctica de su deporte todo un disfrute para quien lo observa. A menudo, ese derroche de talento no sería posible sin un club que los respalde, ese equipo, en la mayoría de ocasiones aragonés, que se convirtió en el trampolín para que ahora sean quienes son. En el 25 aniversario de los Aragoneses del Año, la palista Esther Briz, campeona del mundial júnior femenino de scull en el 2017, se unió a la larga lista de deportistas que se han hecho con galardón.

Este año, los nominados a la categoría Deportes son Salma Paralluelo, Pedro Ginés, la SD Huesca y Carlos Alocén.

El exciclista profesional Fernando Escartín fue el primero en hacerse con la estatuilla en 1994 y ostenta el título de repetir, en 1997. Un logro que comparte con el CAI Voleibol Teruel, ganador en los años 2006 y 2009. Por su parte, tres futbolistas del Real Zaragoza, Alberto Belsué, Alberto Zapater y Ander Herrera también se hicieron con la estatuilla. A estos se suman deportistas de talla mundial como la patinadora Sheila Herrero, la nadadora paralímpica Teresa Perales o las hermanas María José y Mapi Sánchez Alayeto.