Sin duda uno de los premios más emotivos de los que se entregan esta noche es el de Aragonés de honor, un reconocimiento a toda una trayectoria vinculada con la comunidad y en la que se reconoce su aportación al crecimiento y desarrollo de Aragón.

Esta categoría, que se incluyó en la tercera edición de los premios, fue inaugurada con el poeta lldefonso Manuel Gil, al que un año después tomaría el relevo el pintor Antonio Saura. Otro Saura, el cineasta en este caso, recogió el premio en el 2004, que en años anteriores había reconocido a Manuel Giménez Abad, Manuel Pertegaz o al Grupo de Rescate e Intervención en Montaña entre otros. La Expo 2008, José Antonio Labordeta o el Justicia de Aragón, también han sido galardonados en esta prestigiosa distinción.

En la edición del año pasado, conmemorando el 25 aniversario de estos premios, la estatuilla se entregó a Juan Antonio Bolea, primer presidente preautonómico. Bolea recordó que no se puede hacer un futuro esperanzador para Aragón sin recordar las dificultades del pasado y del presente y asumió que este no era un premio para él sino para los gobiernos de Aragón. Además, recordó la importancia de que la voz de Aragón se haga oír en Madrid. Todo un ejemplo a sus 88 años de compromiso con el trabajo bien hecho y la constante búsqueda del bien común.

El testigo de estas reivindicadoras palabras lo recogerán este año tres representantes del colectivo feminista 8M. Y es que este premio supone el reconocimiento a la lucha de las mujeres por conseguir una igualdad real y efectiva y que en los últimos dos años han provocado un auténtico revulsivo en la sociedad, consiguiendo convocar manifestaciones y huelgas históricas por la defensa de los derechos de las mujeres.