Que estas Navidades van a ser diferentes para todos está claro, y la hostelería sabe que toca reinventarse una vez más, como ha hecho siempre que ha sido necesario. Ante las restricciones de aforo y de horarios, la comida para llevar es la vía que han encontrado muchos negocios para seguir trabajando. Una modalidad que puede ser útil para muchas familias en Navidad, pues les permite solicitar los menús a domicilio o recogerlos en el establecimiento y disfrutarlos en su casa.

La mayoría de restaurantes decididos por el take away o el delivery han preparado menús especiales de Navidad, con materia prima de primer nivel, bien ejecutada y presentada. Encargar la comida o la cena supone muchas ventajas para los clientes, como la despreocupación, la comodidad y el ahorro de tiempo, así como la oportunidad de disfrutar de menús de excelente calidad, elaborados por cocineros profesionales, sin salir de casa.

Esta opción también está siendo la elegida por muchas compañías para que sus empleados disfruten de las tradicionales comidas o cenas de empresa en sus propios domicilios y se conecten virtualmente entre ellos.

Obviamente, las reservas para cenas de empresa han descendido mucho este año, pues la incertidumbre y las restricciones las han dificultado. Sin embargo, este año la motivación para superar el desgaste de unos meses emocionalmente complicados es más necesaria que nunca, y confraternizar con los compañeros de trabajo es una terapia muy positiva.

Por eso, hay algunas compañías que siguen decantándose por la opción habitual de reunirse en un establecimiento, siempre cumpliendo las normas sanitarias en cada momento y prefiriendo las comidas a las cenas por el límite en el horario nocturno. La cercanía y las mesas amplias no se darán este año, pero los establecimientos ponen todo de su parte para hacer la estancia lo más agradable y segura posible.

Otra opción planteada por algunas empresas es ofrecer vales de comida a los trabajadores, lo que mantendría el gasto en el sector de los bares y restaurantes, aunque con ello se pierde el espíritu de confraternización que caracteriza a la cena navideña.

Un informe del sector hostelero sobre los datos publicados por el Ministerio de Sanidad concluye que los bares y restaurante son seguros, pues solo suponen el 2,3% del total de casos acumulados. En los últimos casos reportados, la incidencia de bares y restaurantes es mínima, del 0,67%. Esto demuestra que la hostelería es una alternativa más controlada que otro tipo de reuniones sociales, que según los datos, son claramente más peligrosas: tienen una incidencia 6 veces mayor a la de los bares y restaurantes. Y no solo eso, alrededor de la mitad de los nuevos casos son atribuidos a este tipo de reuniones en espacios privados, donde no existe reglamentación y control.