El comercio electrónico crece sin parar: 1 de cada 5 € que nos gastamos con las tarjetas de crédito va a parar a las compras online. El amplísimo catálogo de productos disponibles, las ofertas exclusivas o el envío gratuito forman parte del poderoso gancho del e-commerce. Mientras que entre sus inconvenientes destaca la inseguridad para nuestros datos bancarios.

Por eso, el seguro familiar se revela como uno de los métodos más efectivos para blindar nuestras tarjetas de crédito frente a los riesgos de las transacciones virtuales (o físicas). Este tipo de productos es capaz de proporcionarnos esa tranquilidad que da saber que nuestro dinero siempre estará a salvo.

Ciertamente, aunque sigamos todas las recomendaciones de seguridad para comprar online (hacerlo solo en páginas web de confianza, desconfiar de los chollos, no dar los datos bancarios por email, etc.), nunca estaremos totalmente exentos de sufrir un fraude. Por eso es tan importante contar con un seguro familiar, que incluye entre sus coberturas la protección de las tarjetas de crédito.

¿Realmente necesitas un seguro familiar para proteger tu tarjeta de crédito?

LA TRANQUILIDAD QUE DA TENER TUS TARJETAS BAJO CONTROL

A estas alturas, nadie duda de que las tarjetas de crédito te facilitan la vida... pero ir por ahí con tu tarjeta desprotegida es tan arriesgado como llevar un fajo de billetes en la mano mientras caminas.

Robo, pérdida, clonación, sustracción de datos (auspiciado por la tecnología contactless) y uso fraudulento son los peligros aparejados al pago con tarjeta. Se trata de casos tan frecuentes como peligrosos, por lo que un buen seguro familiar constituye un poderoso escudo para salvaguardar tu dinero frente a tales riesgos.

Imagina por un momento el disgusto que supone sufrir uno de esos percances con tu tarjeta de crédito. Ahora piensa en la tranquilidad que te ofrece contar con la protección de un seguro familiar. Mucho mejor, ¿verdad?

¿QUÉ CUBRE UN SEGURO FAMILIAR?

Elegir un buen seguro familiar es fundamental para gozar de toda la protección que este tipo de productos pueden desplegar. Apuesta por entidades de confianza y presta especial atención a que sus coberturas se adapten a tus necesidades reales.

Entre las coberturas que hay que buscar en este tipo de productos estarían: la pérdida accidental, el robo y el fraude (físico u online). También es buena idea considerar otros servicios, como la reposición de las llaves de coche o moto robadas y la sustracción del móvil. Si sufres cualquiera de estas contrariedades y tienes contratado un seguro de protección familiar, tu aseguradora se encargará de indemnizarte por los daños sufridos.

Contar con un seguro familiar específico puede suponer una mayor protección en comparación a la ofrecida por los seguros que incluyen las tarjetas de crédito, ya que, frecuentemente, las más comunes presentan menores coberturas (indemnizaciones más bajas, menos riesgos cubiertos, mayores excepciones...).

El seguro familiar es la mejor manera de disfrutar de las ventajas propias de las tarjetas de crédito, sin sus inconvenientes... y todo ello por un precio anual irrisorio ¿Qué más se puede pedir?