Desarrollar el potencial de niños y jóvenes, favorecer un entorno adecuado para su crecimiento y fomentar la responsabilidad social es la misión de YMCA. Para lograrla, según Belén Portolés, directora de la organización en Aragón, es necesario “creer de verdad en ese enorme potencial que hay en cada uno de ellos y ellas”. En su trabajo por el desarrollo integral de la juventud, inciden en todo lo que afecta a la vida de un joven: su familia y entorno, el acceso al empleo y la formación, su tiempo de ocio y el desarrollo de habilidades a través de experiencias que fortalezcan sus valores y capacidades.

Del compromiso con el desarrollo del potencial de los y las jóvenes nace la Escuela de Liderazgo YMCA que, en palabras de Belén Portolés, “busca dar a cada joven que participa las herramientas y habilidades necesarias para ser capaces de impulsar ideas, planificar acciones, involucrar a otras personas, coordinarse y, en definitiva, liderar la transformación de su entorno y de todo nuestro mundo en un lugar mejor”. En YMCA están convencidos de que “en la juventud está la clave para lograr una sociedad mejor para todas las personas. Nuestra vocación es ser el cauce de su desarrollo y compromiso”, añade.

Eneko, tercero por la izquierda, en una ponencia en la celebración del 175 aniversario de YMCA en Londres este verano.

Juventud con valores

Las personas que forman parte de la asociación y los valores que compartimos son los dos grandes pilares de YMCA”, señala la directora de la organización al hablar de las señas de identidad presentes en todas sus actividades: la transformación, la innovación, la transparencia, la eficiencia, la internacionalidad, la independencia y el respeto. Valores que Eneko López, joven voluntario y participante en la Escuela de Liderazgo de YMCA, dice que forman parte de él desde que empezó a participar en actividades de la asociación. “YMCA me ha enseñado que, si quieres cambiar el mundo, tienes que empezar por ti mismo”, asegura.

Su primer contacto con YMCA fue a los 12 años, como participante de un campamento de verano en Ordesa que desarrolla cada año la organización: “por entonces no llegaba al metro y medio de altura, jamás había llevado una gorra ni había tenido el placer de dormir bajo las estrellas”, “no tardé en enamorarme de YMCA tras vivir mis primeras excursiones de montaña, la diversión diaria de campamento y encontrar al que aún hoy es mi mejor amigo: Pablo”. Fue él quien, tras cumplir ambos la edad necesaria, le convenció para sacarse el título de monitor de tiempo libre y volver juntos a Ordesa.

Poco a poco fue conociendo el trabajo social que realizaba la organización y empezó a participar como voluntario en el club de tiempo libre en Zaragoza: “la diversión se entremezcló con la responsabilidad de cuidar a un numeroso grupo de chavales que se lo tenían que pasar incluso mejor de lo que yo lo hacía”. Fue en esta misma época cuando estudió Administración y Dirección de Empresas en la universidad.

Eneko López, segundo por la izquierda, este verano con un grupo de voluntarios y voluntarias de YMCA Aragón en la celebración del 175 aniversario de YMCA en Londres

Eneko siente que tiene muchas cosas que agradecer a las tantas experiencias que ha vivido en YMCA. “Me han acompañado en momentos clave de mi desarrollo, haciendo de ese niño tímido con inseguridades un adulto totalmente independiente”. Tanto en los campamentos como en la Escuela de Liderazgo juvenil y en mi actividad como voluntario he encontrado la oportunidad de “aprender a planificar, estar bien preparado y manejar un grupo. Son cosas que requieren de práctica y que se han traducido en habilidades de liderazgo, flexibilidad y motivación grupal que me sirven mucho en mi día a día personal y profesional”.

El joven voluntario es ahora presidente del Consejo Asesor de Aragón, que es un órgano de asesoría compuesto por miembros de gran recorrido y compromiso con YMCA y “se encarga de velar y apoyar la visión de la entidad en cada comunidad” nos cuenta. “Los jóvenes tenemos capacidad y potencial para hacer muchas cosas de gran calado que mejoren la vida de la gente. YMCA es un gran cauce de mi compromiso y me ayuda a seguir creciendo día a día”.

Eneko es uno de las voluntarios que pone voz a la campaña de sensibilización que YMCA ha puesto en marcha junto al Instituto Aragonés de la Juventud (Gobierno de Aragón) bajo los lemas 'YMCA, una experiencia para siempre' y 'Contigo hacemos el mejor equipo del mundo', para animar a otros jóvenes como él a desarrollar su potencial y liderar ese mundo mejor que todos y todas deseamos.