Fatiga. Fiebre o escalofríos. Cansancio. Dolor muscular. Congestión nasal. Tos. Son síntomas muy frecuentes que notamos muchos españoles en esta época del año y que hemos normalizado incluso banalizado. Pero nada más lejos de la realidad, la gripe se puede prevenir y no deberíamos asumir sus síntomas como una enfermedad de menor importancia.

Cada año se registran en el mundo 1.000 millones de casos de gripe, de los cuales entre 3 y 5 millones son graves. De estos casos, entre 290.000 y 650.000 personas fallecen por causas respiratorias relacionadas con la gripe y se calcula que 4 personas fallecen cada 5 minutos en el mundo a causa de esta enfermedad. Si nos centramos en España, los datos estiman que entre 8.000 y 14.000 personas mueren al año a causa de la gripe, la mayoría el colectivo de más de 65 años. Esto se traduce en unas 40 personas al día aproximadamente.

Y es que además de las complicaciones respiratorias, muchas personas desarrollan neumonía, esta enfermedad también deriva en consecuencias más graves, ya que inmediatamente después de la infección del virus, el riesgo se multiplica por 6-10 veces en el caso de infarto y por 3-8 veces en el caso de ictus.

Vacuna antigripal, el mejor escudo

Nuria García, pediatra en el Centro de Salud Delicias Sur en Zaragoza y profesora asociada en Ciencias de la Salud en la facultad de Medicina de Zaragoza, asegura que “las vacunas son el mejor invento para prevenir enfermedades”. Por ello, señala que es importante que la población (tanto niños como adultos) siga el programa de vacunación del gobierno de Aragón.

“Ahora estamos todos alarmados con la neumonía del coronavirus, pero a mí me gustaría recordar que la gripe es casi parecida”, apunta la doctora. Muchos pacientes que tienen gripe desarrollan neumonía. Es fundamental la concienciación social para prevenir esta enfermedad con la vacuna antigripal, especialmente en los grupos de riesgo. La vacuna protege en un porcentaje muy elevado. “Por ejemplo, de las 6.300 muertes en España ocurridas en 2019 por la epidemia de la gripe al menos el 50% se hubieran podido evitar con la vacunación”.

En España, la política de vacunación que se sigue es en la administración a grupos de riesgo. Es decir, los mayores de 65 años, las embarazadas, las personas con enfermedades crónicas y los profesionales sanitarios. Como los niños menores de 6 meses no pueden ser vacunados, cobra especial importancia la vacunación de la embarazada para, a través de la inmunización pasiva, proteger al bebé en los primeros meses de vida. En este sentido “es muy importante que el personal sanitario se vacune para no contagiar a otros, por ejemplo, el colectivo de los pediatras en España somos de los profesionales que más nos vacunamos”, recalca la doctora.

Tetravalente: cuatro cepas en una vacuna

La vacuna se proporciona libre y gratuitamente por el Sistema Nacional de Salud (SNS), pero dependiendo de la comunidad autónoma se administra la trivalente o la tetravalente. Las vacunas tetravalentes de la gripe incluyen componentes de 4 cepas del virus, dos del tipo A (subtipos H1N1 y H3N2) y dos cepas del virus tipo B (cubriendo los dos linajes existentes, Victoria y Yamagata), mientras que la vacuna trivalente contiene las dos cepas del tipo A y el linaje de tipo B más representativo del virus en circulación de esa temporada. En 5 de las 10 últimas temporadas en España, el linaje del virus B circulante no coincidió con el contenido en la vacuna.

En España la mayoría de comunidades vacunan con la trivalente, Aragón es una de ellas. La Organización Mundial de la Salud recomienda anualmente las 4 cepas a incluir en las vacunas para la siguiente temporada de gripe, siendo por tanto la tetravalente la que ofrece el máximo espectro de protección al incluir todas las cepas.

“Si las vacunas tienen cuatro componentes es más probable que cubran lo que se espera que va a ocasionar la gripe”, recalca la doctora Nuria García, que añade que “la epidemia de la gripe aún no ha cesado, aunque se espera pronto una estabilización”.

La vacuna tetravalente podría contribuir a la reducción de la morbilidad y la mortalidad asociadas a las infecciones por el virus de la gripe B. No obstante, la pediatra ratifica que “la peor vacuna es la que no se pone”. El que tenga indicada la vacuna antigripal debe ponérsela. “Mientras circule el virus de la gripe todavía se pueden vacunar”, apunta Nuria García.

Impacto socioeconómico

El virus de la gripe implica una carga socioeconómica importante para la sociedad en lo referente a los recursos sanitarios destinados a su atención (aumento del número de consultas, hospitalizaciones, tratamientos de complicaciones clínicas y un mayor consumo de medicamentos) así como, bajas laborales.

En España la gripe supone un gasto de 250 millones de euros al Sistema Nacional de Salud y se estima que genera 1,3 millones de consultas médicas al año y 140.000 visitas a urgencias. Los costes indirectos, relacionados con la pérdida de productividad, son 3,5 veces más altos que los directos en nuestro país.

Se calcula que con el uso de la vacuna tetravalente en España (en lugar de la trivalente) se evitarían 21 millones de euros adicionales de costes directos gracias a la vacunación.