La Radiografía de la Pyme 2018 ha sido presentada recientemente por Sage, empresa que ofrece uno de los mayores software de contabilidad del mercado, y por la CEOE. Se trata de un completo documento que analiza la situación de las pymes y de cómo han asimilado y se han adaptado a los cambios que han tenido lugar los últimos años. El informe se centra sobre todo en la transformación digital que han tenido que asumir las pymes, así como los negocios, los retos y las oportunidades que presentan.

Aunque el mundo está inmerso en una serie de cambios que todos podemos detectar por la influencia que tienen en nuestras vidas, adaptarnos a esas transformaciones o modificaciones en nuestro entorno no resulta tan sencillo. Lo mismo les pasa a las pymes, pues a pesar de que la digitalización se haya convertido en un elemento participe en cualquier sector empresarial, lo cierto es que la mayoría de las pequeñas y medianas empresas de nuestro país no tienen este factor como prioridad en sus estrategias de actuación ni en sus objetivos a alcanzar.

La tendencia empresarial se dirige hacia una digitalización que teóricamente ya está más que planteada, es más, para la sociedad la adaptación ha sido más rápida de lo pensado. A nivel empresarial, este tema se ha convertido en el elemento estrella que todos los expertos destacan como necesario y prioritario en los tiempos que corren. No obstante, cabe mencionar que el 97% de las pymes no tienen la digitalización como prioridad en su empresa. Esto denota que no hay una congruencia entre lo que el sector empresarial está demandando y la realidad objetiva de las pequeñas y medianas empresas.

Otro dato importante a destacar es que el 56% de las pymes confían en que su situación va a mejorar en el próximo año a causa del incremento de demanda de los clientes y el ya proclamado aumento de la economía que está por llegar. Lo más sorprendente y preocupante a la vez es que ninguna de ellas destaca el uso de las nuevas tecnologías como un factor clave para la mejora del negocio. Las tecnologías no son solo un medio sino que se han convertido también en un fin cuando hablamos del sector empresarial. Cada vez más empresas son conscientes del poder que tiene la digitalización para conseguir más clientes.

Si comparamos esta perspectiva con la de las grandes empresas, nos percatamos de que las multinacionales y negocios de gran impacto social ya han integrado la digitalización y las nuevas tecnologías como parte de su funcionamiento diario. Han utilizado de manera inteligente este tipo de metodologías y estrategias con el fin de aumentar su popularidad y captación de clientes. Hoy en día si un negocio no tiene página web o atención vía e-mail parece que no existe. Internet se ha convertido en un mundo virtual que tiene más presencia que el mundo real, pues el impacto y alcance que supone es mucho mayor.

Pero la Radiografía de la pyme de este año nos ofrece mucha más información relevante, como, por ejemplo, que el 76% de las pymes españolas han decidido invertir en digitalización en los últimos dos años. Las inversiones comentadas se centran en servicios de voz y acceso a Internet. Sin embargo, los expertos declaran que la transformación digital va más allá de esos dos procesos, pues se trata de un concepto global que integra todos los procedimientos de negocio de una empresa, aplicaciones de gestión, procesos de gestión de clientes, estrategias de marketing, servicios en la nube o cloud, etc.

No obstante, el estudio revela que el 69% de las pymes no tienen personal con habilidades digitales pues no han recibido formación al respeto. El 80% necesita ayuda exterior para enfrentarse a la adaptación de los procesos digitales en su negocio. Esto con el tiempo va a suponer una dependencia por parte de una empresa que no tiene recursos y estrategias suficientes para adaptarse a las transformaciones sociales, económicas y tecnológicas del mundo. El mercado financiero implica adaptación o muerte inminente, y con la incorporación de las nuevas tecnologías en todos los sectores industriales, las empresas deben de realizar esfuerzos para adaptarse lo antes posible.

Otro dato a destacar es que solo el 19% de las pymes españolas tiene un plan digital, y de este pequeño porcentaje tan solo la mitad ha detallado un presupuesto a dicho plan. En base a todas las problemáticas destacadas, el informe propone una serie de oportunidades y ventajas que supone la incorporación de la digitalización en el funcionamiento de las pequeñas y medianas empresas. Algunas de ellas son la focalización de la actividad cotidiana en el crecimiento de los negocios, aprovechamiento de capacidades y recursos, reducción de burocracia y procesos legales, optimización de resultados, mejora de una posición competitiva en el mercado y captación de clientes.