En un mundo global como en el que nos encontramos y con una disponibilidad geográfica casi total, a menudo sucede que se debe recurrir a la traducción jurada de algunos documentos. Contratar el mejor servicio es importante, tanto en trabajo como en plazos y puedes ver más en webs de agencias de traductores u organizaciones donde se explica bien todos los requisitos que cumple esta figura.

En cualquier caso, antes que nada conviene definir muy bien qué es una traducción jurada y para qué se suele necesitar.

Lo más común es que se pida cuando se va a trabajar en otra ciudad y sea imprescindible presentar los títulos o el ejemplo de un contrato entre dos empresas. Entonces se hace una traducción jurada que no es más que una traducción con validez legal. Se podría definir, simplificando, que la traducción jurada es aquella que se realiza a documentos legales de carácter público o privado.

Pero no sólo. Una traducción jurada no la puede hacer cualquiera. Para poder hacerlo se ha debido realizar el examen de acceso y estar inscrito y avalado por el Ministerio de Asuntos Exteriores como tal. Esto es lo que certifica y acredita a la persona, como pudiera ser el número de colegiado y el visado en el caso de ingenieros y arquitectos a la hora de firmar un proyecto.

En cualquier y dependiendo de dónde se tengan que presentar los documentos - sobre todo si son entidades públicas - quizá se requiere el uso de algún sello más que lo valide y dependerá de cada caso concreto y / o del funcionamiento de cada país.

¿Cómo encontrar y elegir un traductor jurado?

Una vez que se sabe que se tiene que hacer una traducción jurada encontrar un traductor no es una tarea excesivamente difícil. Hace unos años, cuando no había tanta movilidad geográfica ni internet, se solía acudir a los consulados del país de destino porque ellos suelen trabajar con listas de traductores.

Actualmente el número de traductores jurados ha crecido considerablemente y, además, gracias a internet, encontrarlos es mucho más fácil. Agencias, asociaciones o institutos de cultura suelen ser los canales de entrada para buscar un buen traductor.

Lo importante a la hora de elegirlo una vez encontradas distintas propuestas es la experiencia y la profesionalidad con la que se trabaja, así como los tiempos y tarifas.

La experiencia es importante porque da seguridad y es una garantía de que el trabajo va a estar bien desarrollado.

Por su parte, muchas personas se suelen decidir por los tiempos, ya que a veces suceden los imprevistos y, de pronto, la traducción jurada urge mucho para aplicar a una oferta de empleo público y para poder hacerlo ha de cumplirse tiempos y formas.

Y, por último, las tarifas, que se suelen contar por palabras - las traducciones en general. Como todo, hay muchas tarifas distintas y hay quienes piensan que una parte del sector está tirando los precios, dicho coloquialmente, y no está poniendo en valor el trabajo y el estudio que hay detrás.

Buscar la armonía entre estos tres factores (plazo, tarifa y experiencia) será lo más importante para encontrar un buen traductor.